Los trabajos nocturnos, en horarios rotativos o con regímenes especiales, pueden traer consecuencias a los empleados
Verónica Damonte
PSICOLOGA EAP LATINA CORPORATIONEl trabajo por turnos, es decir, en horarios no habituales, es cada vez más frecuente.
Son muchas las organizaciones que producen o proveen servicios durante las veinticuatro horas.
Son varios también los rubros que requieren que el empleado trabaje 7, 14 o 30 días consecutivos, seguidos por la misma cantidad de días libres.
Esta realidad enfrenta a las organizaciones con desafíos específicos. ¿Cómo evitar que los empleados disminuyan su motivación al encontrarse siguiendo horarios o días de trabajo tan diferentes a los de la mayoría de las personas? ¿Cómo prevenir trastornos del sueño y de la alimentación de frecuente aparición en los que trabajan por turnos? ¿Cómo reducir los altos niveles de ausentismo por enfermedad o por problemas familiares?
DESAFIOS
El trabajo por turnos consiste en el desarrollo de la actividad laboral en horarios no tradicionales, es decir, fuera de las horas que van de las 7 a las 18.
Puede ser por la tarde, durante la noche, calendario rotativo, jornadas muy extensas y/o semana de trabajo comprimida, por ejemplo, una semana de trabajo y una de descanso (7 x 7), dos de trabajo y dos de descanso (14 por 14). Este tipo de regímenes laborales es muy frecuente en empleados que trabajan en yacimientos petrolíferos, minas o plataformas submarinas.
El trabajo por turnos suele enfrentar al empleado con una serie de desafíos para organizar sus rutinas diarias, horarios de comidas, descanso, momentos de reunión y acontecimientos familiares. También es frecuente que a la familia le cueste adaptarse a los horarios de trabajo del empleado, situación que puede ocasionar conflictos maritales o problemas en la crianza de los niños.
REPERCUSIONES
Las repercusiones más frecuentes del trabajo por turnos pueden dividirse en tres planos: físico, psicológico y familiar - social.
Plano físico: aumento de las probabilidades de contraer o agravar enfermedades cardíacas; alteraciones en los hábitos alimenticios y digestión –aunque no está comprobado que el trabajo por turnos sea la causa de afecciones digestivas–; aparición de problemas sexuales; dificultades para conciliar o mantener el sueño; cansancio, fatiga extrema; aumento del riesgo de accidentes, que pueden ocurrir como consecuencia de problemas de sueño o cansancio.
Plano psicológico: irritabilidad, disminución de la tolerancia; aparición de síntomas de ansiedad; cambios notorios en el humor; sentimientos de soledad; disminución de la autoestima; dificultades en el manejo del estrés; problemas de concentración, distracción elevada; inseguridad emocional.
Plano familiar y social: dificultad para seguir la rutina familiar; surgimiento de conflictos con la pareja o los hijos; dificultades relacionadas con la madre o el padre "dual" –cuando uno de los progenitores pasa muchos días solo a cargo de los hijos, debe desempeñar el rol de padre y madre simultáneamente, lo que puede generar tensión–; dificultad para adaptarse a la "intermitencia" del cónyuge, es decir a la alternancia entre presencia y ausencia; aislamiento social por la dificultad para coordinar encuentros con amistades por los horarios de trabajo no habituales.
PREVENCION
¿Qué pueden hacer las organizaciones para prevenir las repercusiones antes mencionadas?
Las empresas que se comprometan a llevar a cabo acciones orientadas a mejorar la calidad de vida de los trabajadores por turnos, obtendrán resultados más claramente positivos que aquellas que no lo hagan.
Aumento de la motivación y satisfacción laboral, disminución del ausentismo, mejor balance trabajofamilia y menor riesgo de accidentes son solo algunos ejemplos de cómo se reflejará esta diferencia.
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