jueves, 12 de febrero de 2009

Trabajar a contramano

Los trabajos nocturnos, en horarios rotativos o con regímenes especiales, pueden traer consecuencias a los empleados

Verónica Damonte
PSICOLOGA EAP LATINA CORPORATION




El trabajo por turnos, es decir, en horarios no habituales, es cada vez más frecuente.

Son muchas las organizaciones que producen o proveen servicios durante las veinticuatro horas.

Son varios también los rubros que requieren que el empleado trabaje 7, 14 o 30 días consecutivos, seguidos por la misma cantidad de días libres.

Esta realidad enfrenta a las organizaciones con desafíos específicos. ¿Cómo evitar que los empleados disminuyan su motivación al encontrarse siguiendo horarios o días de trabajo tan diferentes a los de la mayoría de las personas? ¿Cómo prevenir trastornos del sueño y de la alimentación de frecuente aparición en los que trabajan por turnos? ¿Cómo reducir los altos niveles de ausentismo por enfermedad o por problemas familiares?
DESAFIOS
El trabajo por turnos consiste en el desarrollo de la actividad laboral en horarios no tradicionales, es decir, fuera de las horas que van de las 7 a las 18.

  • Puede ser por la tarde, durante la noche, calendario rotativo, jornadas muy extensas y/o semana de trabajo comprimida, por ejemplo, una semana de trabajo y una de descanso (7 x 7), dos de trabajo y dos de descanso (14 por 14). Este tipo de regímenes laborales es muy frecuente en empleados que trabajan en yacimientos petrolíferos, minas o plataformas submarinas.


  • El trabajo por turnos suele enfrentar al empleado con una serie de desafíos para organizar sus rutinas diarias, horarios de comidas, descanso, momentos de reunión y acontecimientos familiares. También es frecuente que a la familia le cueste adaptarse a los horarios de trabajo del empleado, situación que puede ocasionar conflictos maritales o problemas en la crianza de los niños.

    REPERCUSIONES
    Las repercusiones más frecuentes del trabajo por turnos pueden dividirse en tres planos: físico, psicológico y familiar - social.
  • Plano físico: aumento de las probabilidades de contraer o agravar enfermedades cardíacas; alteraciones en los hábitos alimenticios y digestión –aunque no está comprobado que el trabajo por turnos sea la causa de afecciones digestivas–; aparición de problemas sexuales; dificultades para conciliar o mantener el sueño; cansancio, fatiga extrema; aumento del riesgo de accidentes, que pueden ocurrir como consecuencia de problemas de sueño o cansancio.


  • Plano psicológico: irritabilidad, disminución de la tolerancia; aparición de síntomas de ansiedad; cambios notorios en el humor; sentimientos de soledad; disminución de la autoestima; dificultades en el manejo del estrés; problemas de concentración, distracción elevada; inseguridad emocional.


  • Plano familiar y social: dificultad para seguir la rutina familiar; surgimiento de conflictos con la pareja o los hijos; dificultades relacionadas con la madre o el padre "dual" –cuando uno de los progenitores pasa muchos días solo a cargo de los hijos, debe desempeñar el rol de padre y madre simultáneamente, lo que puede generar tensión–; dificultad para adaptarse a la "intermitencia" del cónyuge, es decir a la alternancia entre presencia y ausencia; aislamiento social por la dificultad para coordinar encuentros con amistades por los horarios de trabajo no habituales.


    PREVENCION
    ¿Qué pueden hacer las organizaciones para prevenir las repercusiones antes mencionadas?
  • Las empresas que se comprometan a llevar a cabo acciones orientadas a mejorar la calidad de vida de los trabajadores por turnos, obtendrán resultados más claramente positivos que aquellas que no lo hagan.

  • Aumento de la motivación y satisfacción laboral, disminución del ausentismo, mejor balance trabajofamilia y menor riesgo de accidentes son solo algunos ejemplos de cómo se reflejará esta diferencia.


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