El artículo propone una conciencia colectiva para emprender un negocio con espíritu emprendedor y acciones concretas y firmes. Ser tu propio jefe implica un gran valor agregado en el diario acontecer de tu desarrollo personal, económico y profesional. Porque desarrollando un espíritu inmaculado de liderazgo y visión se pueden explorar grandes horizontes y vivir grandes realidades.
Un colega mío decía sabiamente en uno de sus seminarios de inversionistas, “la desventaja más grande de un trabajo es que se convierte en el principal obstáculo para la riqueza”. Le pregunté, Dr. Camacho, explíqueme un poquito más…. Es muy sencillo. No necesitamos más explicación que saber que “cuando uno trabaja no se tiene tiempo para hacer dinero.”
Esto es muy cierto. Yo desde hace tiempo comparto esa visión con todos mis amigos.
Si eres un empleado y tienes un poquito más de visión, te darás cuenta que no importa cuanto más trabajes, cuantas ganas más le eches, ni cuantos nuevos proyectos realices, no saldrás del “nivel de ingresos” donde te encuentras.
Quizás te den un bono, una comisión, o un aumento, pero esto no te lleva al nivel que quieres. Te cuesta mucho sacrificio tanto de tiempo con tu familia como de estrés personal.
Tristemente, todos tus esfuerzos significan mucho más dinero para la compañía que para ti. En la mayoría de los casos, los buenos empleados generan muchísimo dinero para la compañía. Si crees que esto NO es justo. Que todos tus esfuerzos NO valen tan poco. Y que NO vale la pena todos tus sacrificios por la estabilidad que este trabajo te da. Eso, mi amigo, es la señal más clara de que ¡deberías considerar comenzar tu propio negocio!
Por lo que más quieras, no cometas el gran error de ser un súper trabajador para alguien más y nunca serlo para ti. Si sacrificas tu tiempo, tu bienestar familiar, y aceptas el estrés que te genera tu trabajo, al menos asegúrate de que sea para tu propio beneficio. No el de alguien más.
Las cadenas de tu empleo son muy obvias y claras. Mira, tú al igual que todos los seres humanos, ricos, pobres, morenos o blancos, compartes un factor que te hace humano. Es el tiempo. Al igual que todos, solo tienes 24 horas al día.
En promedio, un tercio de tu tiempo lo utilizarás para Dormir, el otro tercio para Trabajar, y el tercio
restante para Todo lo Demás. En otras palabras, tu trabajo te tiene encadenado. Es muy difícil dejarlo porque dependes de él, no solo, financieramente, sino en cuestión de tiempo también. Si deseas hacer algo más para progresar, tienes que usar tiempo que solo puedes obtener de una de tres fuentes: Trabajo, Sueño, o Lo Demás.
Por si fuera poco, en tu condición de empleado existe un dato muy deprimente:
Como empleado, absolutamente cada dólar que ganes estará directamente relacionado con tu tiempo y tu persona (recalco, tu tiempo y tu persona.) Un dólar más significa, más de tu tiempo. ¿Qué haces para no estar atado a esta condición?
Como dueño de negocio, esta condición de ingresos y tiempo, no es un requisito 100% necesario. Puedes ganar más dinero sin tener que poner más de tu tiempo y tu persona. Alguien más te puede generar dinero sin usar tu tiempo ni tu persona.
En fin, aunque yo estoy convencido de que tu trabajo como empleado te encadena, ni se te ocurra
dejarlo por un negocio sin antes haber establecido bien la forma de cubrir tus necesidades personales o sin haber aprendido como cubrir las necesidades básicas de un negocio por un buen tiempo.
Si tienes intenciones serias. Si ya decidiste ser tu propio jefe. Aprende negocios. Esto es la base del éxito. Aprende, vive, sueña negocios.
Autor: Raúl Fernando Rodríguez
Fuente: http://www.gestiopolis.com/
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