Aunque se ubican todavía un escalón por encima de las cifras que difunde el Indec, los indicadores que miden la inflación en las provincias también registraron una notoria desaceleración de la suba de precios en los últimos meses.
La Dirección Provincial de Estadística y Censos de San Luis difundió esta semana que la inflación de ese distrito en noviembre fue del 0,6%, mientras que la interanual se ubicó en el 21,1%. Para el mismo período, el Indec había calculado que la suba de precios en la zona GBA fue del 0,3%, la más baja desde febrero de 2007. Según el organismo que dirige Ana María Edwin, la inflación interanual se ubica en el 7,9 por ciento.
El informe que difunde San Luis también incluye los indicadores de otros distritos. El promedio de la inflación interanual de las ocho provincias allí incluidas es del 23 por ciento, bastante por debajo del 32,3% que arrojaba el informe correspondiente a mayo último, hace sólo un semestre.
Un caso paradigmático son las cifras de Río Negro. En mayo esa provincia tuvo una inflación del 1,2%, para completar un alza interanual del 42,6%. En cambio, el mes pasado, la inflación registrada por su dirección de estadísticas fue de 0,1% -la más baja del país- y la interanual se ubicó en 20,5 por ciento.
Algo similar ocurrió con las mediciones de Neuquén (pasó del 35,2% de inflación anual al 23,2% en sólo seis meses) y de Ushuaia (de 32,9 a 25,9 por ciento).
Fenómeno extendido"Es un fenómeno que pasa en todo el país. Aunque en cada provincia, por sus hábitos de consumo, el movimiento de los precios se va a notar de manera distinta, en todas se desacelera la inflación; ya sea en el IPC oficial, que está intervenido, como en el de las provincias, que son más confiables", señaló el economista Mario Sotuyo, de la consultora Economía y Regiones.
El analista indicó que la desaceleración de la inflación es un reflejo de la "brutal caída en el consumo" que se registró en las últimas semanas, y que está relacionada con el menor ingreso de divisas por la baja del precio de las commodities y por la fuga de capitales.
El informe de San Luis precisa que las mayores subas se registraron en viviendas y servicios básicos (2,1%), mientras que esparcimiento (0,1%) y transporte y comunicaciones (0,2%) fueron los rubros con precios más estables.
Alimentos y bebidas, el rubro con mayor incidencia en el IPC, subió en San Luis apenas 0,4 por ciento. "Lo que se ve allí es que serían los aceites y grasas los que han estado bajando un poquito, por el hecho de que con el problema del campo habían subido y ahora están volviendo a la normalidad", dijo Graciela Gutiérrez, que asumió la semana pasada como directora provincial de estadística de San Luis, en reemplazo de Adrián Garraza, designado ministro de Salud provincial.
Fuente:
Oliver Galak
LA NACION
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