jueves, 25 de junio de 2009

¿Es pecado ganar mucha plata?

por danila

Creo que hay confusión acerca del rol del empresario en la sociedad. Mucho se habla de "responsabilidad social empresaria" aludiendo a la necesidad de que las empresas no contaminen, ayuden a los necesitados y participen en proyectos comunitarios. ¿Pero saben cuál es la mayor responsabilidad que tienen las empresas? ¡Ganar plata!

Si las empresas no ganan plata, no hay trabajo. Si las empresas no ganan plata, no hay productos. Si las empresas no ganan plata, el Estado va a la bancarrota.

¿Se entiende no? Está bien, dicen algunos, pero que no ganen tanto. ¿Por qué, pregunto yo? ¿Dónde está el pecado en ganar mucha plata con el esfuerzo productivo? Y, por otro lado, si ganar plata es necesario para cubrir esas necesidades básicas que mencioné (trabajo, bienes, servicios), ganar mucha plata es necesario para pegar el gran salto.

Si las empresas argentinas -e incluyo aquí a las miles Pymes y los emprendedores por supuesto- ganan mucha plata por mucho tiempo, el país puede salir de su condición de tercermundista.

Si, en cambio, la "ganancia extraordinaria" es el objeto de una caza de brujas y expropiada cada vez que aparece, vamos a quedarnos siempre en el mismo lugar, sin prosperar a largo plazo. Es simple: el empresario deja de invertir en el país ante los crecientes riesgos de no poder recuperar su capital o bien porque invirtiendo en otro lado sí puede ganar mucha plata tranquilo sin que lo persigan por hacer su trabajo.

"¿Qué hacen los del campo con la guita?", me preguntó retóricamente un taxista la semana pasada. "Compran un tractor y después qué?" Me dio el pie para explicarle que sí, primero compran un tractor, luego otro, luego otra máquina de trillar, más semillas y fertilizantes, luego más campos, luego silos propios, luego -cuando les sigue sobrando plata- deciden agregar valor a sus productos y así se desarrolla la industria del aceite de soja, los molinos de cereales, los biocombustibles... y así, alrededor de esa "ganancia extraordinaria" reinvertida crecen también otras industrias, como la de las maquinarias agrícolas y el transporte, las empaquetadoras y proveedores de envases, los servicios financieros y logísticos...

Pero no. Todo esto no pasará. Porque la ganancia extraordinaria es pecado de los ávaros...


Fuente: http://elgransalto.blogspot.com/

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