jueves, 26 de febrero de 2009

La vuelta al mundo en un MBA

Cada módulo del GEMBA de ESADE y Georgetown se realiza en un país distinto. Los alumnos apuestan a internacionalizarse para enfrentar la crisis.

Gabriela Samela
ESPECIAL PARA CLARIN





En lugar de invertir en el mercado, invierto en mi propia educación. Da un poco de miedo, pero creo que es la decisión correcta en este contexto de crisis". La que habla es Laura Boydston, 36 años, directora de proyectos ejecutivos de la financiera Legg Mason Capital Management en Estados Unidos.

Como otros de los 34 participantes del MBA global de la Escuela de Negocios ESADE y la Universidad de Georgetown, Laura desembolsó 120.000 dólares para sumarse al programa de maestría y durante algo más de un año cursará seis módulos recorriendo seis países: España, Brasil, Argentina, India, Rusia y Estados Unidos.

El grupo, que llegó a la Argentina el lunes para cursar parte del tercer módulo en la sede de ESADE en Beccar, promedia los 38 años e integra a directivos y gerentes de empresas de 14 nacionalidades distintas, con un promedio de experiencia laboral de 15 años. La mayoría son estadounidenses, pero hay europeos de varios países y tres latinoamericanos: dos colombianos y un brasileño. Muchos de ellos ya cuentan con un perfil global: trabajan en empresas multinacionales o migraron de un país a otro.

Tal es el caso de Nawaf Marjan (36), que nació en Kuwait, donde vivió la mitad de su vida, para luego mudarse a los Estados Unidos.

Ahí trabaja como analista senior en Ravenwing, una unidad de Boeing que provee soluciones IT. "Es una empresa chica, pero con operaciones internacionales", cuenta. En su caso, la compañía financió parcialmente el posgrado. "Los trabajos van y vienen, pero esto es algo que me queda", sentencia.

El moscovita Denis Stepanov, 30, es director financiero de Zao InCore y busca llegar a la gerencia general: "Quiero cambiar de las finanzas a la estrategia de negocios", cuenta. "Como Rusia está haciendo negocios en países como Turquía, Vietnam y muchos otros, es que elegí la perspectiva global", cuenta.

Metodología Cada módulo de la maestría global dura 15 días. Por la mañana, se desarrollan actividades de aula y por la tarde se organizan encuentros con empresarios y políticos locales.

Además, claro está, queda tiempo para una inmersión en la cultura del lugar; tango y asado en el caso argentino.

"Buscamos que los alumnos conozcan no solamente los mercados desarrollados sino también los emergentes", explica Patricia Marcaida, directora internacional de Executive Education en ESADE. Cada módulo desarrolla un tema. En el caso del que cursan en Buenos Aires y San Pablo, se trata de las firmas multinacionales. En India, próximo destino, los tópicos serán emprendedorismo y países emergentes.

A pesar de la crisis "no hubo bajas", dice Maracaida. Pero en los breaks, son pocos los que se desprenden de sus teléfonos celulares. "Los MBA son contracíclicos", indica por su parte Pedro Parada, director académico del GMBA por ESADE. "En épocas de crisis, hay más candidatos que nunca para hacerlos".

Pero además de ver crecer sus matrículas, las escuelas de negocios tienen otra tarea que realizar en épocas como ésta: "tenemos que discutir qué papel nos cabe en la formación de los directivos, que son los que toman las decisiones que llevan a las crisis y también los que las toman para salir de ellas.

Se trata de una discusión ética, de una reflexión sobre la misión de las escuelas de negocios", opina Alejandro Behart, director general de Executive Education en el Campus Buenos Aires de ESADE.

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