Podemos considerar el talento humano como la capacidad de la persona que aplica sus habilidades, destrezas y experiencias para obtener resultados excepcionales, unidos al compromiso por la consecución de los mismos. Es una realidad que la capacidad de atraer y retener a personas con talento es crucial para la buena marcha de los negocios; por ello la gestión del talento, que abarca desde la identificación hasta la atracción y fidelización, debe formar parte de las principales prioridades de todo manager.
Las políticas definidas desde las áreas de Recursos Humanos constituyen, sin ningún lugar a dudas, el vehículo necesario para conseguir los fines pretendidos. En esta línea, se puede observar como hoy en día ya son más las compañías que están adoptando estrategias que permitan brindar "a los nuevos talentos" un entorno atractivo que les proporcione un espacio de libertad con iniciativas encaminadas a entregar flexibilidad necesaria para desarrollar sus carreras.
Por si este entorno no fuera ya suficientemente desafiante, la nueva generación (la conocida como Generación Y) que lleva ya incorporada al mercado laboral hace algunos años, añade nuevos elementos a considerar. Ellos han sido creados en un hogar donde su opinión importa y pretenden lo mismo en el trabajo. Son sumamente exigentes y sólo respetan a la autoridad cuando demuestra competencia. Se caracterizan por valorar especialmente el equilibro entre vida familiar y laboral por lo que aquellas iniciativas de las que hablábamos anteriormente son especialmente valoradas.
Del entendimiento de estas realidades y la capacidad de adaptación a las mismas dependerá en buena parte los resultados de cada organización.
Fuente: http://www.empleos.clarin.com/
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