miércoles, 14 de enero de 2009

Fuga de capitales y menor ingreso de divisas, un peligroso cóctel que mete presión al dólar


Analistas anticipan que seguirá su búsqueda como refugio y ya estimaron la fuga de capitales para 2009. Además, el menor ingreso de divisas de las exportaciones seca la plaza cambiaria y resta margen de acción al BCRA para regular la oferta. ¿Cuál es el valor del dólar “real” según las consultoras?

Puntos Importantes El valor de equilibrio del dólar no estaría en torno a los $3,50 como lo sostiene el Central, sino de los 4 pesos La fuga de capitales presiona sobre la cotización, que al mantenerse baja, provoca la pérdida de reservas Hasta ahora, la balanza comercial superavitaria financiaba la fuga, pero la caída de las exportaciones cortaron esa línea Una devaluación no tiene un efecto neutro: provoca inflación, cuando ya está en niveles altos


La cotización del dólar lucha contra varios frentes: una fuga de capitales, que si bien amainó, se mantiene fuerte y podría llegar hasta los u$s15 mil millones este año; una caída de las exportaciones, producto de los menores precios de los commodities y la menor demanda de los socios comerciales por la crisis económica internacional, y la posibilidad de que el Gobierno pague con reservas las obligaciones en dólares que deberá afrontar este año.

Sosteniéndolo para que no se escape, el Banco Central (BCRA) vende dólares para contener la suba y evitar una corrida sobre el tipo de cambio o que se dispare la inflación.

Pero está claro que $3,47 no es el nivel de equilibrio del tipo de cambio. Con la cotización que prácticamente no se mueve del rango $3,40-$3,50, los economistas concuerdan en que un mínimo de $4 es el valor más cómodo para la divisa.

Tipo de cambio de equilibrio
Un informe de la consultora MyS Consultores, que dirigen los economistas Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo, sostiene que "el actual tipo de cambio en torno a $3,45 no es de equilibrio. Los determinantes locales como los internacionales apuntan a un valor más alto, en torno a 4 pesos”,

¿Por qué no está equilibrado el dólar? “El entorno macroeconómico muestra que escasearán más las divisas, con la oferta recortada por menores exportaciones y una fuga de capitales, estructural, contenida pero en valores altos para el quehacer económico”, explica el informe.

Actualmente, el Banco Central lleva adelante un régimen de flotación administrada, que consiste en mantener la cotización en torno a los $3,50 vendiendo dólares de las reservas.

En tanto, desde la consultora Prefinex, explicaron que si se dejara libre el tipo de cambio, tendría que estar entre $4 y $4,50, lo que aliviaría un poco la presión alcista porque la caída de las exportaciones ya no financia la fuga de capitales.

Fuga de capitales

Aunque la fuga de capitales es una variable volátil, que depende de las expectativas de la gente en el devenir económico, Prefinex estimó que este año podrían irse entre u$s10 mil millones y u$s15 mil millones del sistema financiero.

“Depende de la credibilidad en el Gobierno y en la moneda del país”, explicó Nicolás Bridger, economista de la consultora. “Si se cree que se va a devaluar el peso, la gente prefiere dolarizar sus carteras. Actualmente, se cree que la divisa estará entre $4 y $4,5, por lo que la gente piensa que el peso está caro”.

A la hora de las proyecciones, es decir, el valor independientemente de su nivel de equilibrio, economistas y consultoras apuntan justamente a ese rango para el resto del año.

Entre los más "conservadores" están los analistas de Finsoport, que prevén un valor del dólar para los próximos meses de $4. En el otro extremo, Miguel Angel Broda considera que se acercará a los 4,40 pesos.

Con respecto a la fuga, si bien a fines del año que acaba de terminar ya no se registró el pico de la dolarización de portafolios que ocurrió en octubre, tras el anuncio de la estatización de las jubilaciones, la salida de capitales se mantiene firme y el año terminó con u$s20 mil millones menos en el sistema financiero, según coinciden los cálculos privados.

Es por eso que para el ex ministro de Economía de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De La Rúa, Domingo Cavallo, “no es posible descartar que llegue a haber una fuerte devaluación por la simple razón de que el gobierno no pueda frenar una escapada de la gente hacia el dólar. En otras palabras, no habrá fuerte devaluación decidida por el Gobierno, pero sí puede haberla por reacción del mercado", según expresó en su blog.

De este modo, “si la reacción del Gobierno es detener una corrida semejante mediante acentuación de los controles de cambio, se va a producir una fuerte devaluación en el mercado paralelo de cambios”.

Y sostuvo que cuando se establece una brecha entre el mercado oficial de cambios y el mercado paralelo, la cotización del dólar en este último “pasa a tener más influencia sobre las expectativas de inflación y el comportamiento de muchos precios que la cotización controlada por el Gobierno”.

Caída de las exportaciones
Lo que ocurre es que hasta ahora, la fuga de capitales fue financiada casi en su totalidad por el resultado positivo de la balanza comercial.

El problema es que tras la caída de los precios de las commodities que exporta el país y de la demanda de los socios comerciales, como consecuencia de la crisis económica internacional, los dólares de las exportaciones serán escasos y no compensarán la fuga. Las únicas formas de financiarla serán con pérdida de reservas o una devaluación, según estiman los analistas.

En la consultora Econométrica explicaron que "la caída de los términos de intercambio y la apreciación real del tipo de cambio con todos los socios comerciales, deteriorarán significativamente la balanza comercial el año entrante, a punto tal que pasaría de un robusto superávit de u$s13.600 millones en 2008 a cerca de u$s3.400 millones en 2009.

En tanto, la consultora Prefinex calculó que la balanza comercial cerrará en u$s6.000 millones este año, menos de la mitad que lo registrado el año pasado (aproximadamente u$s13 mil millones).

Bridger explicó que “van a bajar las exportaciones –un 15%, a u$s62 mil millones-, en precio y cantidad, así como también las importaciones –un 5%, a u$s56 mil millones-, por la caída de la inversión (entre 3 y 4 por ciento).

De este modo, con una fuga estimada en u$s10 mil millones y una balanza comercial en torno a los u$s6 mil millones, el Central debería financiar una brecha cercana a los u$s4 mil millones.

Por eso el economista jefe de la consultora Abeceb.com, Mariano Lamothe, explicó que con un menor superávit comercial (que calculó en u$s4.500 millones) y un gobierno que necesita dólares para pagar la deuda pública, el Banco Central va a jugar entre devaluaciones y pérdida de reservas. Así, el año cerrará con una pérdida de reservas que estimó en torno a unos u$s6 mil millones, para terminar en u$s40 mil millones.

Uso de reservas para pagar la deuda
La escasez de divisas por la dolarización de portafolios, en un contexto con menores ingresos provenientes del saldo de la balanza comercial, llevaría al Gobierno a pagar parte de los u$s7 mil millones de deuda con reservas del Banco Central. La brecha por falta de financiamiento asciende a u$s5 mil millones, según Prefinex.

El informe de MyS explica que la deuda en pesos se pagará con el superávit fiscal y el financiamiento que se consiga internamente incluido lo que haya de canje. En tanto, la deuda en dólares se pagará en su mayor parte usando reservas mientras no haya reacción adversa de los mercados.

Bridger coincidió en que “si la Argentina, por menor balanza comercial, no genera los dólares por vía del comercio externo para pagar la deuda, y se mantiene la fuga de capitales, la única vía es pagar con reservas”. Por pago de la deuda y para financiar la fuga de capitales, Prefinex calculó que se perderán entre u$s3 mil millones y u$s4 mil millones de reservas.

Pero todo tiene un costo. “Si hay fuga de capitales, la gente desconfía de los pesos y menos reservas exacerba la desconfianza porque la gente piensa que hay menos respaldo”, dijo Bridger. Depende del contexto: “Cuando la política fiscal y monetaria tiene cierta fragilidad, la pérdida de reservas puede ser contraproducente”.

Lamothe coincidió en que “si utilizan implícitamente las reservas del Central o utilizan el mecanismo de la ley de Presupuesto, que modificó la carta orgánica del Central generaría más temor y una corrida mayor sobre el dólar”.

El Gobierno lo sabe, por lo que los expertos coincidieron en que el uso de reservas será la última instancia que utilizará, luego de refinanciar la deuda con organismos internacionales, afrontar un canje, financiarse con los depósitos del Banco Nación y los fondos de las ex-AFJP. Pero nadie duda de que lo hará.

Para el Banco Central, "es importante el nivel de reservas". Así lo sostuvo el gerente principal de Administración de Reservas del BCRA, Juan Carlos Barboza, en una columna en un matutino porteño.

Y agregó: “Un régimen de flotación administrada para ser efectivo debe contrastar la oferta potencial de divisas (reservas) con la demanda potencial (el más amplio de los agregados monetarios en pesos del sector privado). En economías como la argentina hay que tener reservas abundantes para gerenciar la flotación”.

Sin embargo, Cavallo alertó que “de ninguna manera está asegurado que el precio del dólar pueda seguir siendo controlado si los instrumentos que se utilizan para evitar la devaluación del peso, son los que se han utilizado hasta ahora”.

El riesgo del equilibrio
Como contrapartida, si bien una devaluación beneficiaría la balanza comercial porque estimularía las exportaciones, podría además desincentivar la fuga de capitales si el inversor que tiene pesos no compra dólares a $4 porque lo ve muy alto.

Sin embargo, una devaluación no tiene un efecto neutro, sino que genera presiones inflacionarias. Lamothe, explicó que si el dólar se fuera de los $3,5 actuales a $4, trasladaría a 1,5 puntos al nivel de inflación, que ya es elevado, considerando que el año pasado terminó con un nivel del 20 por ciento.


Fuente: http://economia.infobaeprofesional.com/

“Consecuentemente, todo lo que ganás con la devaluación, lo perdés por inflación”, dijo Lamothe. “Como no tenemos política antiinflacionaria y las presiones inflacionarias están muy frescas, los costos horizontales aumentan, porque las importaciones se encarecen, y porque significa más presiones salariales".

Para Cavallo, el ex presidente Néstor Kirchner dejaría de lado el compromiso de mantener el dólar alto y haría todo lo que estuviera a su alcance para evitar que nuevas devaluaciones retroalimenten la inflación.

En este contexto, las medidas que se tomen para fomentar el comercio internacional y para revertir las expectativas negativas impactará directamente en el peso que debe soportar la cotización de la divisa para evitar que se escape su valor.


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