El año que terminó puso a prueba nuevamente al sistema financiero, tras la serie de acontecimientos políticos locales y el derrumbe financiero global.
En el mundo, el nivel de las quiebras bancarias es aún incierto mientras se multiplican los millones de ayuda e intervención estatal.
Entretanto, el sistema bancario local logró acomodarse a los episodios tales como la salida de capitales privados -similar a la observada en la crisis de 2001 y estimada en u$s22.000 millones- tras el conflicto agropecuario, o la caída de Lehman Brothers y otros como la estatización de las jubilaciones privadas. Los bancos recurrieron a recortar el crédito y a sentarse en su liquidez.
A pesar de las turbulencias, el año que comenzó encontró a los bancos con buenos indicadores de solvencia y liquidez, no obstante, los expertos esperan que termine con una menor evolución del crédito al sector privado, es decir, un año donde las entidades enfrentarán la contracción de la actividad.
El desenvolvimiento de la crisis económica mundial y la incertidumbre local pondrán a prueba la gestión de los bancos en la administración de activos y el nivel de riesgo crediticio. En este sentido, los especialistas esperan que levemente la incobrabilidad aumente, que los depósitos y préstamos pierdan participación respecto del PBI nominal y que las tasas se mantengan en niveles superiores a octubre.
Frente a este contexto, los bancos ya están tomando medidas. Ello es así dado que, según el último informe de la consultora Deloitte, balances robustos, altos ratios de cobertura y niveles de inflación esperados inferiores a los registrados años anteriores “permiten un margen de maniobra en caso de que una mayor desaceleración de la economía afecte los negocios del sector”. De esta forma, los bancos ya estarían haciendo recortes de gastos para enfrentar este nuevo panorama.
Liquidez
Desde que estalló la crisis financiera internacional en el último trimestre de 2007, el sistema financiero supo sortear los diferentes shocks de liquidez que sufrió.
A noviembre último, los bancos estaban en una buena posición de liquidez. Su indicador se ubicaba en 28,1% de los depósitos, de la mano de la recomposición de los depósitos, de la constitución de pases con el Banco Central (BCRA), de $6.350 millones, y del incremento del efectivo, $750 millones, los activos líquidos aumentaron $7.100 millones en noviembre.
Para el titular de la consultora Exante, Aldo Abram, este nivel de liquidez “está bien” porque los bancos “son concientes de que ante una corrida bancaria, ellos son los responsables de devolver los depósitos”.
María Fernanda López, analista de la calificadora de riesgo de Fitch Ratings, sostuvo que “es probable que existan restricciones en los niveles registrados de liquidez, con mayor impacto en entidades privadas pequeñas” este año. Sin embargo, dijo que no prevé “un nivel de deterioro que ponga en riesgo la solvencia de las mismas”.
No obstante, la situación es distinta para las entidades que dependían de mecanismos de mercado para la obtención de fondos, en especial los fideicomisos financieros. “Podrían sufrir una merma en el volumen de sus operaciones, producto de los cambios introducidos en los mercados de capitales con la participación del ANSES como principal inversor”, dijo López.
Solvencia
Respecto de los indicadores de solvencia y rentabilidad de los bancos, el último informe de Deloitte indicó que son “muy buenos” debido a una mejora en la rentabilidad de los bancos locales desde la crisis de 2001.
Según datos publicados por el Banco Central, el patrimonio neto consolidado de la banca se incrementó un 12,4% interanual en noviembre. La entidad afirmó que la principal fuente que nutrió la solvencia de la banca durante el año pasado fue la obtención de utilidades y, en menor medida, los nuevos aportes de capital.
Por otra parte, Abram explicó que los bancos argentinos han recompuesto bastante su solvencia desde la crisis de 2002. Pese a ello agregó: “Si bien hoy muestran buen nivel de solidez, el principal activo de los bancos es la percepción y confianza que generan en la gente y ahí es donde lamentablemente son más débiles porque luego de la confiscación de depósitos, en 2001, y con los planes para inquilinos o para que presten a determinados sectores y con la confiscación de los ahorros de la vejez”.
Hasta noviembre, los bancos acumularon ganancias por $4.380 millones y una rentabilidad sobre el activo del 1,6 por ciento. Y la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) pasó de 10,2% en noviembre de 2007 a 13,5% en noviembre del año pasado.
El Central estimó, en el último informe de bancos, que las entidades financieras continuarán consolidando sus niveles de solvencia de la mano de utilidades positivas, aunque prevé que continúe la moderación en la actividad de intermediación financiera. También señaló que los resultados por intereses y por servicios seguirían sosteniendo los beneficios de la banca.
Activos
El sistema financiero pudo sortear las turbulencias, pero la baja inserción en la economía persiste. Ello se desprende de la relación de préstamos sobre el Producto Bruto Interno (PBI) que es de 12%, cuando en Chile es del 82% y en Brasil del 40%, por ejemplo.
Un consultor vinculado al sistema financiero, que prefirió reserva de su identidad, advirtió que “la actividad se está contrayendo”, la tasa de crecimiento de los depósitos y de los créditos se desacelera porque “crecía dos veces más rápido que el PBI y hoy crece como el PBI”, y “la calidad de las carteras se está deteriorando”.
La actividad principal de los bancos que es prestar dinero, aunque crece (20%) se desacelera (43%, a principios del año pasado), fruto de todas las vicisitudes que tuvieron que enfrentar y, particularmente, durante el último bimestre del año, cuando crecieron a un ritmo mensual de $248 millones contra casi $1.779 durante el periodo enero-octubre, según calculó Prefinex.
“Y lo ves porque todos tratan de reducir costos: bajar el plantel personal, los costos de publicidad, de consultaría, tecnología, que habían subido mucho”, dijo el experto.
Abram explicó que los bancos van a tener que asumir una menor rentabilidad en adelante producto del costo de guardar y no prestar o por recibir un bajo rendimiento. “Probablemente, los bancos se ajusten un poco”, previó. “Se están preparando” porque, según el economista, los depósitos van a seguir cayendo respecto del PBI nominal.
También anticipó un reacomodamiento de la banca, porque consideró qu elos bancos extranjeros trasladarán parte del ajuste a nivel mundial a nivel local. En tanto, los locales van a depender más del nivel de incertidumbre doméstico.
Por lo pronto, el crédito a largo plazo brilla por su ausencia. La madurez del portafolio mantiene un sesgo hacia el corto plazo. A octubre último, el 51% de las financiaciones poseían un vencimiento inferior o igual a seis meses. En tanto, los préstamos mayores a dos años redujeron su participación al 41%, desde el 46% del año anterior, según calculó Deloitte.
La suba de los préstamos se concentró en el financiamiento del consumo (créditos personales y con tarjeta), explicando el 51% del total otorgado. Los préstamos con garantía real representaron el 29% de los flujos, mientras que el financiamiento de capital de trabajo (adelantos y documentos) sólo el 17 por ciento.
Según los últimos datos, a noviembre, los préstamos al sector privado alcanzaron el 44,28% del activo de los bancos, que ascendió a $201 mil millones.
Incobrabilidad
A pesar de la crisis que atraviesa el sistema bancario del mundo y los ruidos políticos locales que afectan negativamente a los tomadores de crédito, la evolución del sistema financiero continúa desarrollándose en un contexto de riesgo acotado.
El sistema financiero argentino mantuvo niveles de irregularidad bajos en 2008, aunque crecientes hacia fines del ejercicio. La cartera irregular en noviembre se mantenía en 2,9%, respecto del 3% en que estaba en el primer trimestre del año pasado, según datos del Central. El grado de cobertura de las financiaciones irregulares con previsiones es de 131 por ciento.
Hacia el futuro, Fitch Ratings pronosticó un deterioro de las carteras de créditos, en especial aquellas de consumo y destinadas a sectores más vulnerables de la población. “Para poder vislumbrar la magnitud total de esta variable habrá que seguir muy de cerca el comportamiento de la economía real, en particular en un aspecto fundamental como es el desempleo”, destacaron.
Para Abram, la incobrabilidad “va a ser un problema” porque “en medio de una crisis tiene que crecer”, pero recordó que “parten de niveles bajos”. Y señaló que el hecho de que los bancos han dado poco crédito y han sido selectivos por los pocos depósitos los ayuda a que los niveles de morosidad sean bajos.
Pasivos
Los problemas locales e internacionales se tradujeron en dos meses en fugas de depósitos, mayo ($6.100 millones) y octubre ($4.500 millones), a pesar de los cuales 2008 cerró con un incremento en los depósitos privados de $21.430 millones si se excluye el traspaso de los fondos depositados de las AFJP al ANSES.
Para Abram, los depósitos irán “mejorando”, por la inflación y por un crecimiento mínimo de la economía, pero los ve “perdiendo participación respecto del PBI”.
De hecho, el año pasado crecieron un 14%, es decir, una suba por debajo de la suba del PBI nominal (27%), según datos de Prefinex, lo que refleja la menor demanda real de instrumentos de ahorro denominados en pesos.
La recuperación de los depósitos es una señal positiva. Sin embargo, la consultora advirtió que la solidez del sistema no es algo que pueda darse por sentado, porque el sistema bancario con encaje fraccionario es intrínsecamente vulnerable a los humores de los ahorristas. Y señaló que actualmente hay elementos que obligan a una actitud prudente por parte de las autoridades monetarias:
- Preferencia por las colocaciones a muy corto plazo (casi el 75% de los plazos fijos privados están a menos de 90 días)
- Una fuerte sensibilidad de los depositantes a la tasa de interés, que ya se ubica en niveles elevados para compensar el riesgo percibido
Tasas
Luego del primer mes de fuga de depósitos las tasas pegaron un salto para luego estabilizarse unos escalones por encima de los niveles previos. Lo mismo sucedió después de octubre, cuando recrudeció la crisis financiera internacional y se decidió eliminar las AFJP. De esta forma, las tasas se duplicaron durante 2008, en niveles de 16,4% y 18,9% para colocaciones menores a $100 mil y colocaciones Badlar bancos privados, respectivamente.
Consultado sobre este tema, Abram dijo que las tasas estarán, en términos reales, más altas que los niveles registrados antes de la eliminación de las AFJP, por un menor volumen de depósitos, pero bajarán respecto de los niveles actuales porque la expectativa de inflación es menor.
A ello se suma otro factor a tener en cuenta en 2009: las licitaciones de fondos por parte del ANSES. Éstas determinaron una participación del 31% para entidades privadas y del 69% para públicas, lo cual podría ser un factor de importancia en el nivel general que tendrán las tasas de interés, y que dependerá mucho del grado de actividad que desempeñe el organismo público al respecto, señaló Fitch Ratings.
La falta de disponibilidad de crédito sumado a tasas prohibitivas enciende la alarma para el este año si se tiene en cuenta la importancia del crédito para dinamizar la actividad económica.
Fuente: http://finanzas.infobaeprofesional.com/
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