miércoles, 31 de diciembre de 2008

Plazo fijo y dólar fueron la mejor alternativa financiera


La divisa cerró el año en $3,47. En doce meses, subió 30 centavos, equivalente a 9,5%. Respecto del mínimo del año, aumentó 14%. Las colocaciones a interés en pesos rindieron en promedio 20% anual

El dólar de entrega mayorista cerró la última sesión del año a $3,47 para la venta en la Capital Federal.

Aunque muchas casas de cambio no operaron por la ausencia de clearing bancario y el cierre de balance, la divisa norteamericana se comercializó, sin modificaciones, en entidades de atención a los turistas y bancos.

El euro, en tanto, se negoció a $4,72 para la compra y a $4,87 para la venta, mientras que el real finalizó a 1,49 pesos comprador y a 1,66 pesos vendedor.

Con esos valores, el año termina con un ajuste de 9 centavos del tipo de cambio de pesos por dólar en comparación con el cierre de noviembre, en tanto la cotización del euro escaló 57 centavos y el real, 38 centavos de peso por unidad.

Pero los que apostaron al peso, es decir confiaron en el sistema financiero y mantuvieron sus ahorros en depósitos a plazo fijo en la City, obtuvieron ganancias entre 14% anual al comienzo del año y más del 22% al cierre, es decir incluso ganaron en dólares.

Lejos de la pauta presupuestaria
El Presupuesto Nacional para 2008 se elaboró con una pauta cambiaria de $3,21 por dólar, la cual fue corregida a $3,11 en las bases para el plan de gastos y recursos de la Nación para el próximo año que se presentó al Congreso el 15 de septiembre.

Pero ambos supuestos quedaron desbordados por una realidad que fue afectada en los últimos tres meses por el recrudecimiento de la crisis financiera internacional.

En conclusión, el 2008 fue un año en el que la moneda nacional se depreció 9,5% en valores nominales respecto del dólar, sólo 3,8% frente al euro y 11,7% en comparación con el real de Brasil.

Esas variaciones estuvieron a tono con la tasa de inflación que tanto a nivel consumidor como mayorista calculó el Indec. Sin embargo, reflejan una generalizada apreciación del peso respecto de la inflación estimada por las consultoras privadas, del orden de 20%, de 9% frente al dólar, 7% respecto del real y más de 13% cotejado con el euro, fenómeno que explica el malestar empresario por la pérdida de competitividad cambiaria de sus producciones.

Más aún porque en el último semestre se asistió a una notable disminución de las cotizaciones internacionales de materias primas y bienes de uso intermedio en el proceso productivo que más vende la Argentina al resto del mundo.

Fuente: http://www.infobae.com/

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