sábado, 18 de octubre de 2008

Los mejores países para los negocios

Hablando dos décadas antes de la publicación de La riqueza de las naciones en 1776, Smith dijo: “Para llevar a un estado al máximo nivel de opulencia, partiendo de la barbarie más baja, apenas se necesita más que paz, impuestos razonables y una administración de justicia tolerable: todo lo demás llega en el curso natural de los acontecimientos”.

Si alguna vez ha habido un sistema que haga que la receta de Smith parezca sencilla, es la mezcla de baja inflación y desempleo, énfasis en la iniciativa privada y bajos impuestos que encontramos en Dinamarca. Estas cualidades, junto con las buenas notas obtenidas en innovación y capacidad tecnológica llevan a Dinamarca a lo más alto en la tercera clasificación anual de Mejores Países para los Negocios (antes Forbes Capital Hospitality Index).

Para descubrir los mejores, analizamos el clima empresarial de más de 120 economías nacionales, centrándonos en el grado de libertad personal, como el derecho a participar en elecciones libres y justas o la libertad de expresión y organización.

Protección del inversor examina los recursos de los accionistas minoritarios en caso de infracciones corporativas, mientras que corrupción se centra en el ´número y frecuencia de usos fraudulentos de activos corporativos para lucro personal. En conjunción con las políticas económicas que apoyan el mercado libre y la baja inflación, estos puntos clave conforman una instantánea de la adecuación de un país para la inversión de capital.

En lo más alto de la lista de 2008: Dinamarca, que asciende tres posiciones desde el pasado año, Irlanda (en el número 2 subiendo 19 puestos), Finlandia (sube cuatro puestos hasta el tercer lugar), Estados Unidos (baja tres colocándose cuarto) y Reino Unido (sube cinco puestos y se coloca en quinta posición). Algunos países que han experimentado grandes movimientos, como Irlanda, Estonia (nº 10, subiendo 24 puestos) y (nº 47, subiendo 37) han limitado la burocracia que se interponía ante los emprendedores que buscaban hacer negocios en sus fronteras.

Irlanda sigue viendo cómo las empresas aprovechan su bajo nivel impositivo sobre los beneficios corporativos con el traslado de la farmacéutica Shire desde el Reino Unido en abril de este año. La subsidiaria de EBay y la empresa de telecomunicaciones Skype se han domiciliado en Estonia aprovechando su emergente perfil como centro tecnológico del Báltico.

Arabia Saudí, a pesar de la mayor inflación debida al fuerte aumento de las exportaciones de petróleo, ha resuelto algunas de las injusticias de sus mercados y ha aumentado los derechos de los inversores, pasando de ser un estado petrolero a un centro de inversión en Oriente Medio.

Descienden en la clasificación de este año India (nº 64, 13 puestos) y China (nº 79, dos puestos), como consecuencia de la inestabilidad política consecuencia de la resistencia a aumentar las libertades personales. Una mayor inflación a causa de los precios de los alimentos y otros productos básicos y las mayores cargas soportadas por los empresarios también impidieron el retorno de los países más poblados del mundo como destinos de negocios.

En países desarrollados como Alemania (nº 21, bajando nueve) y Francia (nº 25, nueve menos) contribuyeron al descenso los escándalos en el sector bancario y las nuevas barreras a los empresarios. Mientras tanto, líderes como el presidente Lech Kaczynski y el primer ministro Mirek Topolanek están consiguiendo introducir más reformas favorables a la inversión en países europeos de menor tamaño, como Polonia (nº 33, subiendo seis puestos) y la República Checa (se mantiene en el nº 29), respectivamente.

Uno de los mayores descensos fue el protagonizado por Japón (nº 24, descendiendo 21), en el que el Consejo sobre Política Económica y Fiscal destapó problemas en la segunda economía del mundo a comienzos de este año. Entre otros datos, el informe del comité cita el tipo impositivo del país para las empresas (40%) como muy poco competitivo en comparación con rivales de la región como Hong Kong (17,5%) y Corea del Sur (25%).

También constituyen un problema las restricciones a la inversión extranjera. La denominada inversión cruzada, que limita la capacidad de los inversores extranjeros para tomar posiciones de control en empresas japonesas es tan sólo un ejemplo de por qué la inversión directa ascendió a tan sólo el 2,5% del PNB en 2006 (13,5% en Estados Unidos y 40% en Gran Bretaña).

La experiencia y conocimientos, estudios e informes publicados de la Heritage Foundation, el Foro Económico Mundial, el World Bank, Transparency International, Freedom House, Deloitte Tax, la Cámara de Comercio y la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos proporcionaron análisis clave de distintos indicadores socioeconómicos sobre los países estudiados.

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