sábado, 19 de septiembre de 2009

Consumidores irracionales somos presa fácil

por danila.

Estás comprando una cafetera manual. Cuesta $80. Hace tiempo que la querés, ya tomaste la decisión y estás en la cola para pagar. Te encontrás con un amigo que te dice que, a unas diez cuadras de ahí, la venden en otro local por $55. ¿Qué hacés? Probablemente, te hagas la caminata para ahorrarte unos pesos, ¿no?

Ahora estás comprando una TV de plasma (se ve que te fue bien... lol). Cuesta $3200. Hace tiempo que la querés, ya tomaste la decisión y estás en la cola para pagar y te encontrás con un amigo que te dice que, a unas diez cuadras de ahí, la venden en otro local por $3175. ¿Qué hacés? Probablemente decidas hacer la compra donde estás, ¿no?

Curioso, ¿no? En los dos casos la situación es exactamente la misma: caminar diez cuadras para ahorrar $25. Tu economía personal no siente la diferencia entre que el ahorro provenga de una cafetera o de una TV. Sin embargo, la percepción es que vale la pena el esfuerzo para lograr el ahorro en el primer caso, y no en el segundo.

Obviamente no podemos andar por la vida como bichos ultra racionalistas, pero vale la pena pensar en cuántas de estas "trampas cognitivas" caemos a diario.

Además, hay trampas que están puestas por terceros, como cebos, y no por nosotros mismos. Con un marketing que cada vez se mete más en nuestra psicología (ahora está de moda el "neuromarketing"), las falsas ofertas, el "compralo ahora, pagalo luego", los programas de beneficios y muchas otras tácticas, pueden acentuar nuestras conductas irracionales en el consumo. Ojo. Aprovechemos lo que realmente nos sirva y desechemos lo que nos limpia los bolsillos innecesariamente...


Fuente: http://elgransalto.blogspot.com/

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