por danila
Luego de un intercambio de comentarios en el blog de nuestro lector y emprendedor editorial, Matías, decidí atender a esta pregunta que todo emprendedor se hace en algún momento (¡o en todo momento!). Hemos abordado el tema con landi en los libros, pero nunca en el blog. Imposible alcanzar profundidad en una entrada, pero tiro algunas ideas como para agitar las neuronas.
- ¿Sabés si tu emprendimiento o empresa es rentable o no? Antes que nada, agarrá tus costos y tus cifras de ventas y dedicate unas horas a analizar la situación. ¿Alcanzaste el punto de equilibrio, es decir, lo que ingresa cubre todos los gastos del negocio? Bien, ¡ahora sí vamos a por la rentabilidad!
- ¿Estás vendiendo suficiente cantidad? Este sea quizá el problema más comun entre emprendedores: la escala. Suele tener que ver con falta de dominio comercial. Revisá lo siguiente: tus canales de distribución (¿los podés ampliar?, ¿podés negociar distribución sin intermediarios?, ¿estás en los lugares en los que el público al que apuntás frecuenta?); tu comunicación y marketing (¿la gente sabe que existís?, ¿cómo podés ampliar tu llegada?, ¿podés asociarte con otros para realizar acciones conjuntas de comunciación?, ¿tenés un presupuesto armado para difundir tus productos o servicios?). Considerá asociarte con alguien comercial (persona u otra empresa) si no podés o sabés dedicarte a posicionar tu empresa en el mercado.
- ¿Estás gastando de más? Otro error común, que tiene que ver con falta de registros, el desbole general y el temor a la negociación. Revisá TODO. Comenzá base cero, pidiendo tres presupuestos de cada cosa, negociá, eliminá lo que no sea esencial, evaluá si hay servicios que conviene tercerizar en otra empresa, revisá tus procesos de producción para ver si se puede mejorar la eficiencia en alguna parte, registrá y controlá.
- ¿Estás seguro/a de que tu precio es el adecuado? Para fijar precios, hay que tener una idea exacta de los costos propios, pero también de los precios de la competencia, y de la disposición de los clientes a pagar lo que uno propone. Las tres cosas son importantes. Revisá tus costos, hacé un poco de "espionaje" para saber lo que cobran tus competidores, y -aunque sea casera- armá una pequeña encuesta para clientes y clientes potenciales que te permita detectar el rango de precios en el que te podés mover.
- ¿Estás vendiendo algo que la gente quiere y está dispuesta a pagar? A veces lo que nos gusta a nosotros, no necesariamente le gusta a los demás. Pensá si tu producto o servicio es tan específico que no llega a atraer suficiente gente, o si es tan poco diferenciado que se vuelve "invisible" en un mercado donde gana quien más presupuesto publicitario tiene. Fijate si podés hacer pequeños cambios y adaptaciones a tu cartera de productos, o incorporar otros nuevos.
Fuente: http://elgransalto.blogspot.com/
Luego de un intercambio de comentarios en el blog de nuestro lector y emprendedor editorial, Matías, decidí atender a esta pregunta que todo emprendedor se hace en algún momento (¡o en todo momento!). Hemos abordado el tema con landi en los libros, pero nunca en el blog. Imposible alcanzar profundidad en una entrada, pero tiro algunas ideas como para agitar las neuronas.
- ¿Sabés si tu emprendimiento o empresa es rentable o no? Antes que nada, agarrá tus costos y tus cifras de ventas y dedicate unas horas a analizar la situación. ¿Alcanzaste el punto de equilibrio, es decir, lo que ingresa cubre todos los gastos del negocio? Bien, ¡ahora sí vamos a por la rentabilidad!
- ¿Estás vendiendo suficiente cantidad? Este sea quizá el problema más comun entre emprendedores: la escala. Suele tener que ver con falta de dominio comercial. Revisá lo siguiente: tus canales de distribución (¿los podés ampliar?, ¿podés negociar distribución sin intermediarios?, ¿estás en los lugares en los que el público al que apuntás frecuenta?); tu comunicación y marketing (¿la gente sabe que existís?, ¿cómo podés ampliar tu llegada?, ¿podés asociarte con otros para realizar acciones conjuntas de comunciación?, ¿tenés un presupuesto armado para difundir tus productos o servicios?). Considerá asociarte con alguien comercial (persona u otra empresa) si no podés o sabés dedicarte a posicionar tu empresa en el mercado.
- ¿Estás gastando de más? Otro error común, que tiene que ver con falta de registros, el desbole general y el temor a la negociación. Revisá TODO. Comenzá base cero, pidiendo tres presupuestos de cada cosa, negociá, eliminá lo que no sea esencial, evaluá si hay servicios que conviene tercerizar en otra empresa, revisá tus procesos de producción para ver si se puede mejorar la eficiencia en alguna parte, registrá y controlá.
- ¿Estás seguro/a de que tu precio es el adecuado? Para fijar precios, hay que tener una idea exacta de los costos propios, pero también de los precios de la competencia, y de la disposición de los clientes a pagar lo que uno propone. Las tres cosas son importantes. Revisá tus costos, hacé un poco de "espionaje" para saber lo que cobran tus competidores, y -aunque sea casera- armá una pequeña encuesta para clientes y clientes potenciales que te permita detectar el rango de precios en el que te podés mover.
- ¿Estás vendiendo algo que la gente quiere y está dispuesta a pagar? A veces lo que nos gusta a nosotros, no necesariamente le gusta a los demás. Pensá si tu producto o servicio es tan específico que no llega a atraer suficiente gente, o si es tan poco diferenciado que se vuelve "invisible" en un mercado donde gana quien más presupuesto publicitario tiene. Fijate si podés hacer pequeños cambios y adaptaciones a tu cartera de productos, o incorporar otros nuevos.
Fuente: http://elgransalto.blogspot.com/
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