miércoles, 14 de enero de 2009

Fideicomisos: se derrumbaron las emisiones y las tasas superan el 30% anual


Los elevados costos desincentivan las nuevas emisiones, sobre todo aquellas de montos mayores a $100 millones que resultan muy difíciles de colocar. Las menores ventas a crédito desembocarán en un mercado más flaco y los analistas hablan de un primer trimestre a prueba. Montos y evolución

Puntos Importantes:
- La crisis internacional y la salida de las AFJP del mercado de capitales redujo la oferta para la inversión en fideicomisos
- Como consecuencia, las emisiones superiores a $100 millones no se colocan para no convalidar un alto costo
- Es que las tasas que piden los inversores llegaron al 35% en diciembre, aunque este mes parece estar tranquilizándose el mercado

La sequía también llegó al mercado de los fideicomisos financieros. El 2008 terminó con una caída en las emisiones debido a la menor cantidad de jugadores en este segmento, tras la salida de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), y al descalabro que produjo la crisis financiera internacional, que duplicó las tasas que debe pagar este instrumento para que resulte atractivo para los inversores.

Para este año, en el mercado esperan que la cantidad de emisiones se resienta aún más a fines del primer trimestre, tras las menores originaciones que se realicen producto de la caída del consumo y de las menores cuotas que otorgan las cadenas de retail y las tarjetas de crédito. Este es el escenario, mientras los emisores buscan conocer qué participación tendrá finalmente ANSES en la inversión de fideicomisos.

Mercado
En diciembre se pagaron tasas de hasta el 33%, cuando el 2008 había empezado con intereses del 13% promedio. Respecto de un año atrás, se colocaron un 25% menos de instrumentos (30) y se negociaron, según datos de la consultora Deloitte:
  • un 15% menos en pesos ($1158 millones)
  • un 80% menos en dólares (u$s18,6 millones)

“La reducción del número de inversores y al aumento del costo financiero” hizo caer la cantidad de emisiones, explicó Pablo Muñoz, director de Finanzas Estructuradas y mercado de Capitales de Deloitte. La menor liquidez en el mercado provoca que las empresas realicen menos emisiones o por montos inferiores, para no convalidar tasas tan altas.

Este nuevo esquema tendrá consecuencias en el bolsillo de la gente, según señaló Muñoz: “La suba de tasas afectará la oferta de créditos por parte de esos actores”.

Es que a través de los fideicomisos se financia, en más del 60% de los casos, el consumo a través de la titulización de créditos para las personas con bajo grado de bancarización. El auge de los préstamos otorgados por las cadenas comerciales que venden electrodomésticos, por las tarjetas de crédito no bancarias y por cooperativas y mutuales se respaldó en este tipo de financiación, que creció a un ritmo promedio del 56% anual desde 2004.

Jugadores
Es que la salida de los grandes jugadores del mercado, como eran las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP), concentró en los bancos, compañías de seguro y fondos comunes de inversión la demanda de estos instrumentos.

Sin embargo, el mercado respira menos agitado que en octubre. Enrique Algorta, de la inversora Gainvest, sostuvo que “hoy hay un poco más de previsibilidad”, a diferencia de hace dos meses cuando todo era “más incierto”. Y explicó que los bancos, que están más líquidos, se animan a comprar más.

Hoy entre los bancos, Fondos Comunes de Inversión (FCI), compañías de seguro y empresas se reparten las inversiones que captaban las AFJP, que podían llegar a captar hasta el 50% del mercado de fideicomisos hasta octubre, cuando dejaron de existir.

Esta tendencia se puede ver en la colocación que realizó el banco Patagonia, el jueves, del fideicomiso Cetrogar VII, por el que obtuvo una sobre demanda del 50% en el bono senior y una tasa del 30%, cuando el mercado pedía 35%. “Espero que esté revirtiendo la tendencia”, dijo Fabián Pierrone, de la gerencia de Securitizaciones del banco.

En este caso, el 60% de la demanda pasó por los FCI, 20% de empresas y otro 20% entre compañías de seguro y bancos. En el mercado se estima que parte de los fondos de la ANSES pueden estar invertidos en los FCI y en los bancos, por lo cual estaría participando indirectamente.

Según dijeron fuentes oficiales, el organismo está evaluando participar en determinados fideicomisos, aunque no especificaron cuáles ni el criterio de elección del activo subyacente. Hace menos de un mes, el organismo anunció que destinó $700 millones a financiar consumos.

Otros $100 millones se habrían destinado a fideicomisos para inversiones. En la Comisión Nacional de Valores, se está estudiando la calificación de un proyecto a cargo de una empresa privada.

Montos y tasas
Mientras tanto, se están emitiendo fideicomisos que no superan los $100 millones. “Cuanto más grande es el monto, más dificultades hay para colocarlo y más alta es la tasa que se paga”, explicó Algorta.

Al estar el mercado visitado por menos inversores, ya no puede llenarse el libro de ofertas, que hasta hace unos meses podía duplicar el monto de emisión. Hoy el que ofrece sabe que es el que llena el libro y hace valer su dinero: sube la tasa.

Las tasas que pagan los fideicomisos tienen de referencia la Badlar, que es la que pagan los bancos por los depósitos a 30 días de más de un millón de pesos, que se ha duplicado en un año, hasta el 19% anual, lo que llevó a los fideicomisos a pagar entre 30 y 35% para ser atractivos como inversión.

Además, “el retiro de las AFJP como inversores y la no participación de la ANSES en las emisiones producen que el mercado esté sobredemandado, con menores inversores, lo que lleva a un nivel de tasa más alto”, dijo Muñoz.

Así, emisiones aprobadas por la CNV de Tarjeta Naranja y Comafi siguen pendientes y no terminan de salir al mercado para no convalidar el elevado interés.

En el Comafi explicaron que el fideicomiso de $103,5 millones que tiene como activo subyacente créditos personales no fue colocado porque esperan una sobre tasa de la Badlar de 3 o 4 puntos. Cuando quisieron colocarlo a mediados de diciembre, era de 15, por lo que esperan que se regularice la situación.

Tarjeta Naranja tiene pendiente una emisión de $119,05 millones desde mediados del mes pasado. En lo que va de enero, se han emitido:

  • El Kadicard V, por $6,7 millones
  • Rizzibono, por $4,8 millones
  • Cetrhogar, por $25 millones
  • Fallabela, por 60 millones de pesos

A marzo
Las voces del mercado coinciden que hacia fines del primer trimestre se conocerá el verdadero efecto de la desaparición de las AFJP del mercado.

“En enero y febrero, las empresas van a colocar por requerimiento de financiación y porque no pueden cortar la cadena. Pero como ahora se están originando menos créditos, más adelante se verá la baja en la necesidad de financiación”, opinó Patricia Boedo, gerenta de Nuevos Productos de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

En los últimos tres meses del año pasado jugó el componente estacional, en ellos se concentra la mayor cantidad de ventas, por lo que todavía no se frenaron las emisiones.

Pero, según contó Algorta, en este momento hay menores originaciones porque se está vendiendo menos a crédito.

De hecho, Tarjeta Naranja alargó, desde fines de noviembre, los plazos de pago a los comercios de 30 o 60 a 90 días. En Naranja esperan ver cómo impactarán estas nuevas condiciones en el primer trimestre del año: si bajará la facturación y, por lo tanto, las nuevas emisiones de fideicomisos.

Lo mismo sucede con la Tarjeta Redonda, que sólo financia hasta 12 cuotas, desde las 36 con las que supo prestar. “El consumo bajó por la desconfianza a endeudarse. La gente no compra en cuotas o lo hace menos que antes”, dijo Martín Arrojo, el gerente de Canales Comerciales.

Arrojo explicó que después de que ANSES se negara a financiar a este sector a tasas más accesibles, la empresa debió buscar otros canales de financiamiento. “La forma de financiarnos hoy es con acuerdos privados con bancos”, afirmó.

Pero las tasas en los bancos no bajan del 30% anual. “El fideicomiso era una posibilidad de ofrecer buenas tasas a los clientes que ahora despareció”, dijo Arrojo. Esta tarjeta junto con Tarshop, Metroshop financian indirectamente a los sectores de la población que no tienen acceso al crédito bancario.

Entre enero y marzo, habrá que ver cuánto bajan las ventas a créditos y los préstamos personales para, la mora y la tasa con la que se financiará el mercado para conocer el desempeño de las futuras emisiones.


Fuente: http://economia.infobaeprofesional.com/

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