El modelo ya dejó de lado el "dólar alto"
Durante el Gobierno de los Kirchner, funcionarios de todos los niveles se cansaron de repetir que el tipo de cambio alto tenía un rol central en el modelo "productivo". El hecho es que el valor actual del dólar ya no define un tipo de cambio alto.
Un estudio difundido esta semana de la consultora Econométrica muestra que en 2009, el dólar "real" estaría ya cerca del 1 a 1 de la convertibilidad. Para llegar a esos valores, Econométrica calculó una inflación de 17% para el año 2007, 24% para el actual y 29% para el año próximo.
Es claro que estas estimaciones están en las antípodas de los números del INDEC que Cristina Kirchner defendió con vehemencia ante los empresarios en Estados Unidos. Pero no parecen estar muy lejos de los que utilizan los industriales locales, que los animaron a reclamar y quejarse del retraso cambiario. A ellos la Presidente les respondió tajantemente que subir el dólar era generar inflación.
Si a esto se suma que el proyecto de Presupuesto para 2009 pautó 3,19 para el dólar, parece claro que no está en los planes del Gobierno mover el dólar para resguardar la competitividad de la industria ni beneficiarse con una mayor recaudación por las retenciones.
Así, el margen de suba que tendría el dólar, al menos a un año vista, no superaría entonces el 3%.
Con esta perspectiva, quienes no quieren saber nada con sufrir la volatilidad propia de bonos o acciones tendrían en los plazos fijos de las entidades de primera línea que pagan tasas más altas –como Santander, Citi, HSBC o Macro– que ofrecen de 13% anual para arriba, una posibilidad de obtener una alta renta medida en dólares. Claro que sin pretender cubrirse de los efectos de la inflación real, que se mueve varios escalones más arriba.
La reapertura del canje La reapertura del canje y la renegociación de los Préstamos Garantizados pueden traer beneficios en todo lo vinculado a las finanzas.
Quienes tienen otros bonos podrían beneficiarse con una pronunciada suba de los precios, que ya se insinuó esta semana. Pero tal vez el efecto más abarcativo sea, si resulta exitoso, una mejora en las condiciones para tomar crédito. En la situación actual del mercado es virtualmente imposible pensar en un préstamo para vivienda.
Fuente: http://weblogs.clarin.com
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