viernes, 23 de enero de 2009

Salarios: la pelea sindical ya arrancó y cada gremio va en busca de su propio techo

Este año las paritarias tendrán un sello distintivo: la crisis. Los sindicatos negociarán los aumentos salariales según la gravedad del sector. Cómo jugará la inflación y el fantasma del desempleo. Cuál es la postura del empresariado ante la ola de reclamos que ya entró en su cuenta regresiva

A partir del lunes comenzará a tomar forma el encuentro de la “mesa chica" de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y todo parece indicar que los máximos exponentes del sindicalismo argentino no aceptarán que el Gobierno les imponga ni un techo ni un piso salarial antes de las negociaciones paritarias.

Puntos Importantes
- En pocos días empleadores y representantes de los trabajadores deberán sentarse frente a frente y ponerse de acuerdo sobre cuánto será la mejora del salario de cara a las paritarias 2009.
- El escenario actual es distinto al de los últimos tres años: para los empresarios todo indica que habrá techo, en tanto que para la central obrera éste se verá forzado al INDEC de las amas de casa.
- El reclamo del Gobierno es de racionalidad a la hora de sentarse a discutir mejoras salariales y el empresariado reclama prudencia debido a la crisis económica.

Con un primer trimestre poco alentador en cuanto a la recuperación de la actividad económica, empleadores y representantes de los trabajadores deberán sentarse frente a frente y ponerse de acuerdo sobre cuánto será la mejora del poder adquisitivo. Y si bien la temprada alta de las negociaciones será en marzo, los próximos días se presentarán "moviditos" para ambas partes´y será el gremio de La Fraternidad el encargado de abrir el juego.

El escenario que actual es sustancialmente distinto al de los últimos tres años, en los que -en medio de altos índices de crecimiento de la economía - el Gobierno junto a sindicatos "amigos" fijaban techos o pisos de discusión salarial, o como en 2007, en que prescindieron de todo límite, a instancias del entonces titular del Poder Ejecutivo, Néstor Kirchner.

Por el contrario y aunque sus integrantes no quieran reconocerlo, todo indica que para el empresariado ahora habrá "techo" y que éste estará forzado por la nueva realidad económica local y mundial, y a partir de ello, por lo que la prudencia económica y política del Gobierno, sindicatos y empresas indique o aconseje, sobre todo en un contexto predominado por una fuerte caída de la actividad en casi todos los sectores.

Pero al menos por ahora la posición de Hugo Moyano, titular de la central obrera, es terminante. “Veremos qué dice el INDEC de los supermercados, de las amas de casa”, expresó el líder sindical.

Aunque no brindó una definición acerca de cuál es la inflación real y dijo que “no hemos hecho números todavía”, trascendió que tiene listo un índice de precios que utiliza indicadores oficiales con la intención de pelear este año por aumentos salariales en torno al 18 por ciento.

La inflación ¿tendrá un papel secundario?
Así la inflación detendría el ritmo ascendente que venía adquiriendo desde 2005 y dejaría de ser la variable para el acomodamiento de los salarios.

Uno de los primeros que estarán en la lucha a partir de febrero es La Fraternidad, cuyo titular es Omar Maturano, quien expresó que “van a defender verdaderamente el precio de las góndolas y que van a pelear por una mejora de entre 23 y 28%. Es lo que vemos a diario, hay que ver la realidad de los precios que es lo que interesa”.

En diálogo con iProfesional.com, Maturano aseguró que el gremio que comanda “no tiene que servir de piso ni techo para ningún sindicato”.

Todo sobre la mesa
En esa línea, el sindicalista agregó que no sólo discutirán lo que perdieron en 2008 sino que también pondrán sobre la mesa los aumentos como la luz y el transporte que se dieron hace unos días.

El también miembro de la mesa directiva de la CGT dijo a este medio que en la discusión de paritarias tratarán en primer lugar condiciones laborales como la preservación de la estabilidad y de las fuentes de trabajo.

Y opinó que el movimiento obrero no tiene que perder la solidaridad. “No podemos cometer los mismos errores que en la década del ’90, en la que los obreros perdimos el salario y el poder adquisitivo”, recordó.

Otro gremio que también será de la partida el mes próximo es el que agrupa a los trabajadores de la industria del calzado (Uticra), cuyo titular es Agustín Amicone.

Adelantar cifras es correr con desventaja
Otro de los sectores que está instalado para las paritarias que se inician y que comenzará las discusiones en marzo es la Asociación Bancaria, que preside Juan Zanola.

El secretario de prensa de la entidad, Eduardo Berrozpe, dijo a iProfesional.com que oportunamente fijarán posición. “Todavía es temprano, hacerlo ahora sería correr con desventaja”, sostuvo.

La cuestión para otros gremios es más clara: las previsiones de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para la paritaria que comenzará a negociar con las cámaras industriales en febrero parece indicar que alcanzará el 22 por ciento.

Para el caso del sindicato que representa a los trabajadores de la Sanidad la pelea arrancaría por un 24% para abril, cuando inicien las paritarias los farmacéuticos y en agosto cuando comiencen las del sector asistencial.

En tanto, los portuarios no se quedarán atrás y sus representantes aspiran también a lograr mejoras salariales en torno al 24 por ciento.
La gestión de la central obrera será crucial para la pelea que tendrán los gremios chicos. El hecho de que Moyano no acepte la imposición de un techo salarial fijo significa un mensaje unificador para todos los sindicatos.

También comenzarán las paritarias los gremios que integran el Movimiento Sindical Peronista liderados por el gastronómico Luis Barrionuevo, con poca afinidad para con el Gobierno y que hasta el momento no quieren adelantar por cuanto serán su reclamos.

Se sabe que otro gremios que presentará pelea ya que fue uno de los que más conflictividad registraron en 2008, fue la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio, que lidera Carlos Acuña.

La vereda de enfrente
Para Daniel Funes de Rioja, asesor legal de la Unión Industrial Argentina (UIA), hay que moverse con muchísima prudencia a la hora de encarar las paritarias 2009.

“No hay que afectar la ecuación de competitividad. Si lo hacemos estaríamos cometiendo un grave error", enfatizó el abogado a iProfesional.com.

Y expresó: ”Hay que ser muy cautos a la hora de dar cifras: primero hay que esperar los tiempos de vencimientos, no hay motivos para acelerarlos.”

En diálogo con este medio, Funes de Rioja sostuvo que la cautela debería ser "mayúscula" porque los índices salariales del sector privado industrial están por encima de los índices de inflación. "No es tiempo de hablar de incrementos mayores a la inflación previsible", vaticinó.

En épocas de crisis como ésta, donde los volúmenes de producción se están retrayendo, y se producen adelantos de vacaciones, reestructuración de turnos y de horas extras.

Funes de Rioja dijo que sabe que la dirigencia sindical industrial es plenamente consciente de los problemas que se están presentando desde el punto de vista productivo: “En otras ocasiones han ayudado y comprendido y espero la misma sensata responsable posición que los lleve a una actitud de moderación”.

El asesor legal de la UIA expresó a su vez que la teoría de los pisos le parece una exacerbación y alertó: “Cuidado porque una competencia interna en este caso ya es suicida”.

Según Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, "el conjunto de los sectores va a estar en una posición menos favorable para otorgar aumentos salariales que la que tuvo hasta ahora".

"Los sindicatos también van a estar en un lugar negociador no tan favorable. Estamos en una situación de negociación salarial en un nuevo ciclo del mercado de trabajo donde el deterioro de la situación laboral va a ser un factor importante a la hora de la discusión."

Para el director de SEL Consultores, los porcentajes de subas salariales serán menores –e incluso en algunos casos estarán "sensiblemente" debajo- de lo que fueron en el 2008. En su opinión, rondarán el 15 por ciento.

"Prudencia y mesura"
En la mayoría de las actividades, ya sean industriales como servicios, el futuro inmediato y el impacto de la crisis mundial sobre cada una aún no es una realidad que permita tomar verdadera dimensión de sus efectos, sostienen desde el empresariado.

“Conforme a las primeras negociaciones en que estamos participando entre diciembre pasado y estos primeros días del año se observa prudencia y mesura en los temas puestos sobre la mesa”, expresó Marcelo Aquino, socio de Baker & McKenzie Sociedad Civil y especialista en negociación colectiva.

“Los representantes sindicales muestran criterios realistas de peticiones -en términos generales- ya que están más preocupados de cómo continuará la producción o servicio y cómo afectará ello a las fuentes de trabajo de sus representados”, sostuvo.

Para el abogado, resultará necesario ver la realidad de cada actividad y, en especial de cada empresa para que la negociación se ajuste a lo posible.

Aquino sostuvo que "lamentablemente" en este tema está subyacente la desconfianza de toda la sociedad en los guarismos oficiales del INDEC que permitirían tener una pauta razonable sobre la cual posicionarse para comenzar una negociación si de lo que se hablando es de recomposición por inflación.

No obstante, agregó que "aún suponiendo que los índices sobre los cuales basarse sean confiables para ambas partes hoy debemos analizarlo junto con las posibilidades a futuro de pago de tales aumentos que las empresas puedan asumir en razón de la crisis."

En tanto, Esteban Carcavallo, socio de Severgnini, Robiola, Grinberg & Larrechea, sostuvo: “La perspectiva de destrucción de puestos de trabajo, difícil de predecir hoy su magnitud y alcance, sin duda debiera actuar como un factor disuasivo a los efectos de evitar una escalada "mayor consumo-mayor inflación-ajuste de salarios" como la que se venía dando desde 2005, más aún, si se tiene en cuenta que las dos primeras variables enunciadas, parecen haberse diluido.”

Para el abogado, como dato positivo se puede extraer lo sucedido en el último semestre del año pasado, en el que -en líneas generales- la incipiente crisis local y el crac financiero mundial llevaron a morigerar los reclamos salariales y la reapertura de paritarias a partir del esquema planteado a comienzos del 2008.

El Gobierno, remarcó Carcavallo, en un giro de 180 grados respecto de los criterios que había adoptado en años anteriores bajó el tono sobre el punto, absteniéndose de concretar la idea de dar un paliativo, de carácter no remunerativo a fin de año. “Esto solo no será suficiente, sino que será necesario mucho más de su parte para contener, no ya desbordes o reclamos salariales, sino las secuelas sociales de una previsible reducción de puestos de trabajo”, concluyó Carcavallo.

La postura oficial
Cada vez se escuchan más lejos las versiones que dicen que el Gobierno intentará convencer a Moyano para que acepte el 13,5%, no será tan fácil lograr este objetivo como lo fue el año pasado, cuando el gremio camionero marcó la cancha al cerrar la primer negociación del 2008, con un piso que luego fue ampliamente superado por otros.

Haciéndose eco de esto y vislumbrando lo difícil que se presentará la puja salarial, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, reclamó días atrás "racionalidad" a empresarios y trabajadores al momento de negociar salarios.

"Aspiramos a que la racionalidad entre trabajadores y empleadores y el Estado como regulador de esta relación, se llegue a soluciones de equilibrio, de acuerdo con la actividad", sostuvo el funcionario.

Con índice propio
Sin embargo, un estudio elaborado por técnicos de la CGT estipula que -en lugar de tomar el Indice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para estimar la inflación pasada- conviene tener en cuenta el Índice de Precios Implícitos (IPI) al consumo, que surge del Producto Bruto Interno (PBI).

Este es un indicador que se estima oficialmente pero que en 2008 arrojó un incremento bastante más “alto” que el 7,2% del IPC. Las cuentas dan 15%, algo más cercano a lo que estiman las consultoras privadas.

Así, desde la central obrera pronostican que el piso salarial para cumplir con los principales objetivos del próximo reclamo, tales como mejorar la distribución funcional y el poder adquisitivo del salario, requeriría de un incremento nominal de los sueldos del 17%, que algunos redondean en 18%, como la cifra oficial de la suba en haberes para jubilados.

Los que dieron el primer paso
En el último día del 2008 el gremio de Sindicato de Mecánicos (SMATA) cerró la paritaria con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), un acuerdo que también podría servir como referencia para las negociaciones salariales que se aproximan.

El pacto de SMATA contempla que el incremento se pagará en dos cuotas, de 7 y 8% respectivamente. Por otra parte, se reconoce un 25% adicional por el año pasado, lo que da una suba salarial global del 40 por ciento.

Según lo expresado por Ricardo Pignanelli, secretario gremial de los mecánicos, además del 25% que se pagó con los salarios de diciembre se pactó una suba no acumulativa de 7% para los haberes de enero, y de 8% para los de abril. Y se acordó el pago de $300 no remunerativos en cuotas.

Los 20.000 mecánicos que trabajan en 850 concesionarias de todo el país tuvieron motivos para brindar: los salarios de la categoría inferior de la actividad subieron de $1.200 a $1.680, y los de la más alta pasaron de $2.300 a 3.200 pesos.


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