miércoles, 15 de octubre de 2008

La universidad pública debe impulsar títulos intermedios

El secretario de Políticas Universitarias analiza las causas del bajo número de graduados y cómo revertir la tendencia.

Gabriela Samela
ESPECIAL PARA CLARIN


DIEGO WALDMANN Prioritarias. Las ingenierías, las ciencias de la Tierra, las exactas y las tecnologías en alimentos necesitan más graduados.


La Argentina es uno de los países de la región con mayor cantidad de estudiantes en el nivel superior: 2.173.960, según datos del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, de la UNESCO. El número sólo es superado por México y Brasil. Pero aunque muchos ingresan, pocos se gradúan. Según se estima, sólo un 20% de los estudiantes logra obtener el título y, junto con Colombia y Bolivia, Argentina es de los países latinoamericanos que más matriculados requiere para producir un graduado.

La escasez de egresos y las políticas para mejorar el número de titulados fueron algunos de los temas que iEco abordó con el secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alberto Dibbern, máximo responsable del sistema universitario argentino.

"Hay que evaluar contra qué comparamos", comienza el secretario. "Argentina tiene un sistema de educación superior abierto. En la gran mayoría de las carreras hay cursos de admisión o de nivelación que permiten que una gran cantidad de estudiantes se incorpore a los primeros años. Entonces, muchos de los chicos que tienen dificultades, les falta preparación o no les gusta la carrera, abandonan o cambian y alargan su permanencia en el sistema universitario. Si lo comparamos con sistemas donde se selecciona a los mejores para el ingreso, es esperable que los resultados sean otros".


–¿No es deseable que aumente la proporción de graduados?
–Lo deseable no es que aumente el porcentaje, sino el número de graduados. Porque 400 puede ser el 90% de una cifra y el 10% de otra. Las políticas del Ministerio, los sistemas de becas, los programas de calidad, todo esto tiende a mejorar el número de egresados.

La universidad es buena en cuanto al nivel de sus graduados, pero si tenemos que marcar un punto en el cual nos cuesta dar explicaciones es en el número. Sin embargo, los abandonos son un problema universal. En nuestro caso, queremos
que la gente vaya a la universidad. Cuando esto pasa y se transforma en una universidad más masiva, lo que hay que buscar es la calidad.

La Argentina ha dado pasos para construir sistemas masivos con calidad.

–¿Por ejemplo?
–Las casi 700 carreras que pasaron por el sistema de acreditación de CONEAU, que evalúa la calidad de los programas. Ahora hay que lograr que muchos más jóvenes de los que ingresan a la universidad, egresen.


–¿Cómo se favorece un aumento de los egresos? –La universidad tiene que evaluar de qué modo se presentan a los estudiantes las primeras materias; las características de los docentes que atienden a los alumnos en los primeros años; la posibilidad de armar programas con tutorías para que esos jóvenes puedan ser acompañados; evaluar la distribución de algunas materias, las más difíciles con las que son más atractivas, sobre todo en carreras que son duras.

Hay que lograr que los estudiantes comiencen una vida universitaria que les sea, como dicen ahora, mucho más "amigable".


–¿Hay diferencias entre las universidades públicas y privadas?
–Todas las carreras que van pasando por los procesos de acreditación de la calidad responden a los mismos estándares y las estructuras de los primeros años son similares. Lo que sí existe en algunas universidades privadas más frecuentemente que en las públicas son salidas intermedias. Entonces, un alumno que toma una licenciatura de cinco años, puede tener un título intermedio que valoriza lo que estudió y que le puede servir para tener una salida laboral previa. Algunas universidades públicas, como la de Santiago del Estero, tienen títulos intermedios para la mayoría de sus carreras. Sin embargo, es algo que hay que desarrollar. Debemos construir currículas más flexibles.


–¿En qué áreas es más crítica la falta de graduados?
–En todas aquellas disciplinas que se consideran prioritarias y que tienen que ver con el desarrollo del país: ingenierías, ciencias de la Tierra, informática, ciencias agropecuarias, alimentos. Son carreras que debemos estimular. No es sencillo, porque no se le puede pedir a alguien que haga algo en contra de su vocación. Buscamos lograrlo con becas prioritarias, difundiendo cuáles son las carreras que le interesan al país y mejorando la enseñanza de las ciencias en la educación preuniversitaria.


–¿Y a nivel posgrados?
–Nos interesa mucho potenciar la calidad de los doctorados en áreas como la ingeniería y la informática. Este año desarrollamos un colegio doctoral junto con Brasil (ver recuadro). Estamos liderando un sistema común de acreditación de posgrados en Iberoamérica para poder equipararlos a partir de la calidad. Esto es importante, porque al margen de que Argentina cuenta con una buena oferta de posgrados, todavía tenemos un bajo porcentaje de tesis doctorales presentadas. Por otro lado, el país tiene un importante número de especializaciones reconocidas y una significativa oferta de maestrías. Y a partir de la obligatoriedad de la acreditación de todas estas carreras de posgrado, es que el sistema levantó el nivel de calidad.


–¿Qué se puede esperar de la nueva Ley de Educación Superior?
La ley tiene que establecer un marco general. La universidad argentina, sobre todo la pública, debe cumplir una función social.


PRIMEROS AÑOS
"Hay que lograr que los estudiantes comiencen una vida universitaria que les sea más amigable".

Fuente: http://www.empleos.clarin.com/nota/

1 comentario:

Unknown dijo...

Los invito a visitar a esta universidad privada Cordobesa, es un ejemplo de que la educación es un negocio en detrimento de la calidad educativa.

http://www.universidadprivadasiglodos1.blogspot.com

Ó ver un video en : http://www.youtube.com/watch?v=zh9BDDJ92A8